jueves, 23 de abril de 2015

7 cosas que me han sorprendido

Durante toda mi vida he sido bien poco arriesgada en ciertos ambitos. A mi, por ejemplo, no me gusta ir a Fantasilandia a subirme al Extreme Fall y bajar tan rapido que las patas me queden en los hombros, esa cuestion de la adrenalina definitivamente no es lo mío. 
Siempre he sentido que es mejor estar en una "zona de seguridad" porque de chica que me criaron bien miedosa. Por eso, tengo una larga lista de cosas que me han sorprendido para bien y para mal.

Por ejemplo:

1. El sushi

guacala
Me acuerdo que la primera vez que probé el sushi fue hace unos años cuando compramos de ese sushi de supermercado, el que viene en esas cajas desarmadas, bien aplastado. Como que al verlo así tan destartalado, uno se imagina que viajaron desde Japón por meses en un barco sucio y maloliente para al fin llegar al congelador picante del supermercado.

En mi casa lo probamos y, de partida, el olor que desprendía esa wea daba a pensar que era sushi de guarén descompuesto. Digamos que, además, sabía a lo que olía. En cuanto a la presentación del producto, bastante ordinario te diré porque al roll parecía haberle pasado un camión por encima y la caja venía bien doblá. Así que ahi para nosotros el sushi fue algo altamente NO recomendable.

HASTA QUE me vine a vivir a Conce y hubo un tiempo en el que vivía en la Diagonal. Todos los días, después de la u, pasaba por fuera del Santa Isabel y veía un sushi bonito que vendían afuera. Me tentaba la wea. Hasta que un día decidí probarlo y WOOW, morí, fue maravilloso. De ese tiempo mas o menos que se hizo bien popular el asuntito este del sushi y ahora lo venden en cada esquina. Una bendición de San Felipito Camiroaga. 

2. Las peliculas de Star Wars

Me acuerdo que nunca entendí el fanatismo desenfrenado que algunas personas tenían por esta saga. Encontraba tan tonto eso de las navecitas, los roboces (como diría Junior Playboy), los shubacas, los sitripios, los arturos, la princesa con peinado aweonao, etc.
En realidad nunca me llamó la atención porque, en general, la ciencia ficción nunca ha sido lo mio (yo como soy darks, veo harto cine de terror/gore).

Lo que pasó al final fue que me obligaron a verla. No, mentira, pero mi pololo es fanatico y me dijo que la viera, que le diera una oportunidad, que era buena, que me iba a gustar... y como no me pude resistir a sus ojitos verdes de gato con botas, la vi po.

"I love you". "I know"
CSM LA WEA BUENA, VEANLA PORFA! 
Yo vi primero las 3 nuevas y después las 3 viejas porque o sino no iba a entender ni una cuestion. En mi ñoña opinión, las viejas son mucho mejores! pero eso es cosa de cada uno igual po. 
La historia es bien entretenida, tiene un poco de assión, un poco de humor (un poco harto igual, segun yo), amorsh también, tiene de todo en verdad. 

PD: Si aun no las ven, veanlas antes de que se estrene la nuevaaaaaaaaaa.

3. El té con sabores

Yo siempre me he considerado la fan guan llun guan del té y por lo mismo me da un poco de plancha reconocer que me negué por años a probar el té con sabores porque POR QUÉ iba a meterle sabores raros al tesito rico que ya es rico asi solito?
De a poco fui incursionando en las diferentes variedades de té que hay, pero aun asi he probado bastante pocas.
Yo solía pensar que si mezclaba el té con un sabor diferente, iba a echarlo a perder. Al final, me di cuenta de que es todo lo contrario! fue un agrado total cuando probé por primera vez el té con petalos de rosa, por ejemplo. El té de naranja, el con frambuesa, ayayay...


A los fanaticos del té que pensaban igual que yo: no piensen igual que yo. 

4. Los tatuajes

Como dije anteriormente, yo fui criada cobarde. Por mi cabeza mucho tiempo pasaron ideas de tatuajes que al final jamás llegaron a ocurrir, de puro miedo. Tomó tiempo, pero al final decidí tatuarme algo piola, una frase, algo como simbólico cachai.

Me acuerdo que pensé que me iba a morir del dolor y casi dejé escrita una carta sobre mi velador en caso de mi muerte por desangramiento. 
Exageré. No me dolió nada. Me sentí tan estupida después al pensar tanta estupidez. Igual hay que considerar que fue bien chica la wea.

Después me tatué mas y bueno, ya no me da miedo. Pensé que nos les perdería jamás el miedo pero na que ver. Es como rico tatuarse, aunque duela. Rara la wea. 

Lo otro bacan del tatuaje, es tatuar. Obvio que no soy una "tatuadora" ni mucho menos ando agendando horas, nunca tan patúa jaja pero es bien entretenido y creo que es de las cosas mas arriesgadas que he hecho en mi vida entera. (Perdoname mi amor por todas las cagás que te he dejado, pero lo he pasado super bien)
Hannah Snowdon, mi diosa del tatuaje
5. Los gatos

Me he cambiado tantas veces de casa aca en Conce, que ya parezco gitana. En una de las casas en las que viví, había un gato llamado Antonio. 
Antonio artista
Nunca había tenido un gato, solo perros, hamsters y catitas. Me acuerdo que cuando llegué a esa casa con mi maleta pesada, justo no había nadie. Apenas abrí la puerta, el primero que salió a mi encuentro fue el Antonio. Nos miramos por unos segundos. Luego subí mi maleta con dificultad por las escaleras, mientras el Antonio me esperaba arriba, moviendo su colita. Abrí la puerta de mi pieza y el primero en entrar fue él. Se acostó sobre mi cama y empezó a ronrronear. Para mi fue super raro porque no me sabía comunicar con los gatos, entonces me sentí media nerviosa. Después abrí mi maleta y la dejé así mientras iba al baño. Al volver, adivinen quién estaba acostado sobre ella. Me quedó mirando y le dije "sale..." y lo toqué en la guata. No me pescaba, estaba ahí dispuesto a quedarse por toda la eternidad. Me dio risa y empecé a jugar con él. De ahi que junto al Antonio aprendí a comunicarme con los gatitos. 
El Antonio era super especial. Era un gatito que demostraba mucho amor y le gustaba que le hicieran cariño en exceso. Se restregaba contra uno con tantas ganas que era imposible ignorarlo. Además, cuando dormía babeaba. 
Hablo en pasado sobre el, no porque me haya ido de la casa. Lo hago porque el día en que fui a buscar mis cosas cuando me fui, lo busqué por toda la casa para despedirme de él y no lo encontré. Al salir de la casa, vi un gatito muerto en la orilla de la calle y no creo que sea necesario que explique más sobre eso. Fue tan triste, se me rompió el corazón. Lloré tanto al verlo y lloré todas las veces que recordé lo que vi. Fue la primera mascota que se me murió. 

Cariños eternos para ti Antonio hermoso.

6. Las verduras

Logicamente para consumir verduras no necesitas ser muy valiente pero, en mi caso, yo detestaba las verduras con mi vida entera. Me cargaba la lechuga, la encontraba super innecesaria. Odiaba tener que comer esas cosas verdes, heladas, que hacen que uno se arrugue por el limón. Dejé de odiarlas cuando me di cuenta de que mi colon irritable las necesitaba para ser feliz. Ahora me encantan. 

Llevo días soñando con una ensalada de lechuga con palmitos. Denme lechuga cion palmitos porfa :'(

7. Los piercings

yo, toda mi vida
Aqui debo aclarar que no me sorprendieron para bien. 
Siempre quise hacerme piercings, sobre todo cuando estaba más pendeja y mi ser estaba poseído por un demonio emo/hardcore que me pedía a gritos un par de modificaciones corporales. 
Yo era como Jorge, el niño que quería ser hardcore y su mamá no lo dejaba. Nunca me dejaron teñirme el pelo, hacerme piercings, hacerme tatuajes, juntarme con las amigas "rebeldes", etc. (por eso desde que soy mayor de edá me he hecho de todo en la cuerpa).

El primer (y unico) piercing que me he hecho, me lo hice el año pasado y fue uno super común en la oreja, arribita (por el cartilago). Me acuerdo que fui con una amiga a hacermelo y el caballero era super pesao. 
Me fijé bien que fuera como limpio (como mi onvre es tatuador, ya cacho como se debe trabajar en terminos de higiene) y que usara cosas nuevas y toda la challa. En terminos de higiene, todo bien. Le pregunté "me va a doler mucho?" y me dijo "no, porque te lo voy a hacer con anestesia" y ahi saltó mi amiga y le dijo "aay hagaselo así no más si está llena de tatuajes asi que no le va a doler!" (gracias amiga). El viejo me miró y me dijo "ah entonces po..". Que estupido, ¿por qué no habría de dolerme?, ¿acaso los tatuajes me hacen inmune al dolor?.
El viejo me inyectó la anestesia, esperó como 30 segundos y me dijo "ya, lo pondré". Yo pensé "este hombre es un profesional, no sentiré nada". JURAI... casi me dejó sin oreja el viejo weon. "Ay, parece que la anestesia no tomó". Crei tu?
Cuento corto, anduve bien por un mes y de un día para otro se me puso la oreja como un morrón. El weon me dejó la pelota tan apretada que no pude girarla y solo logré hacerme heridas en la oreja. Me quería pegar un Van Gogh-azo y cortarme la wea.

Al otro día mi papá tuvo que cortarme el aro con dos alicates. Fue traumatica la experiencia. Moraleja? Mejor tatuarse un aro.

asi NO me veía



Hasta la vista, baby.
(Dejen ideas en los comentarios) (ya po :c)

sábado, 18 de abril de 2015

Cosas que aprendí en la universidad

En el año 2010 yo estaba en cuarto medio y al mismo tiempo me preparaba para la PSU. Estaba super ansiosa por entrar a la universidad porque, según  yo, iba a aprender mucho sobre las cosas que me interesaban e iba a poder ser la profe de inglés que siempre quise ser. 
Postulé a Pedagogía en Educación Media en Inglés de la Universidad Católica de la Santisima Concepción, como primera opción. Mi segunda opción era Traducción/Interpretación blah blah de la UdeC. Nunca me ha gustado la UdeC pero postulé porque encontré que se veía muy pobre postular solo a una. Que estupidez.
Me fue lo suficientemente bien en la PSU como para quedar en mi primera opción y, además, optar a una beca que me ha cubierto todos los gastos durante estos ultimos 5 años.  
Todo era perfecto porque yo iba a estudiar lo que yo quería. El problema? nadie me dijo que en la universidad iba a aprender cosas mucho más valiosas que las "conjunctions".

Cosas que aprendí en la universidad:

1. La comida no aparece solita en el plato cuando tengo hambre

Uno de los mayores desafios que la vida me puso al llegar a vivir a Concepción fue cocinar. Yo siempre odié la cocina y m cargaba que mi mamá me sacara en cara siempre que a mi edad ella sabía cocinar hasta curanto al hoyo.
Creo que no me costaría nada hacer una lista de las cosas que sí sabía cocinar: huevo frito, té y unos cuantos tipos de sandwiches. 
El almuerzo típico de los primeros meses fueron las famosas "Pastas 3 Minutos". Comía esas tonteras hasta que me enfermaba de la guata. 
Después a la fuerza tuve que aprender a hacer tallarines, arroz, pollo frito, etc. Y me di cuenta de que de hecho era buena cocinando. 
Actualmente, estoy convertida en toda una Masterchef (bueno, no tanto) y hasta me las he dado de pastelera. Quién lo diría...

2. La cama no se hace sola 

Este fue un descubrimiento muy triste. Es como cuando los niños esperan al Viejito Pascuero y se dan cuenta que nunca llega porque en realidad no existe. Lo mismo me pasó a mi con la cama: esperé día tras día que se hiciera sola y no pasó ná. Conclusión, soy una floja de mierda.
Actualmente la hago. SÍ, LA HAGO, y la razón por la cual la hago es porque no hay nada más satisfactorio que llegar cansada en las tardes y encontrar todo ordenadito. Como dijo mi mejor amiga: "hacer la cama y mantener tu pieza ordenada, en el fondo te hace sentir como que todo el resto de tu vida tiene un orden". So deep. 

3. El lugar donde vives debe gustarte

Contaré una anecdota. Con una amiga un día decidimos empezar a buscar departamentos para vivir juntas. Como estabamos en primero, no sabíamos mucho sobre precios o barrios entonces era facil que nos hicieran weonas. 
Encontramos un anuncio que decía "Se arrienda departamento con living-comedor amplio, tres habitaciones, un baño y balcón. Ubicación en barrio centrico. $180.000 con gastos comunes incluidos". Según nosotras era perfecto asi que nos pusimos en contacto con el dueño y fuimos a verla.
Llegamos a una calle que se veía... normal. Apareció el caballero y nos llevó al "depa".
el pasillo era algo así
"Por aquí es la entrada" dijo él, abriendo una puerta de lata en una casa que distaba bastante de un edificio. Al entrar, vimos que había un pasillo oscuro y al fondo habían dos puertas de lata. Se acercó a una de las puertas y empezó a abrirla. Yo, mirando hacia la otra puerta le dije: "y esta puerta de qué es?". "Eso...eeh... eso es un salón de té". 

Yaaa...

Entramos y había solo una escalera, o más bien, una serie de tablas mal clavadas que funcionaban como escalera. 
Subimos, con cuidado de no quebrar las tablas, y aparecimos en un supuesto living-comedor con ventanas a la altura de las rodillas y tan oscuro que era imposible ver las esquinas. "Este es el living-comedor ven? espacioso". Quizás por eso era tan oscuro...
la inspiración 
En medio había un pasillo que daba a las tres habitaciones, cuyas paredes parecían más como cartón piedra. Las ventanas de las piezas eran mmm... como decirlo?... artisticas? Era como si hubieran tomado las ventanas y las hubieran lanzado contra la pared. Era basicamente como entrar a un cuadro de Dalí. 

Al final del pasillo había uno de estos lavaplatos antiguos, esos que eran blancos y se oxidaban raro (esta era la cocina). Al lado había una puerta de madera que daba a un baño de cemento, de 1x1 al que no quise entrar. 

Había una puerta en la cocina y yo supuse que ese era el balcón. "Y este es el balcón" dijo el caballero. Cuando abrió la puerta, vimos que el supuesto balcón en realidad era el techo de la casa de al lado. Muy elegante...
El caballero nos dijo que "lo bueno" del lugar era que nadie vivía cerca, así que en caso de carretes, no molestaríamos a nadie. Yo pensé: "y si entra un asesino y me ataca, lo bueno es que nadie podrá ayudarme". Además, nos dijo que si queríamos podía dejarnos internet por el mismo precio. Yo como que noté cierta desesperación en el hombre. 

Horroroso.

4. Hay gente, de verdad, mala de adenshro

Siempre había escuchado que la competitividad era grande en la universidad o que si alguien quería superarte, no iba a dudar en ponerte el pie encima para escalar más alto. Yo no me considero una blanca paloma, pero sinceramente jamás pensé que todo lo que decían era cierto. Siempre me ha costado creer que la gente puede llegar a ser mala solo por placer, pero resulta que sí, sí pasa. 
Yo al final empecé a filtrar amistades, conocidos y un montón de cosas que no me beneficiaban en nada. Puse las cosas en orden y todo estuvo bien otra vez.

5. Hay gente que te puede sorprender positivamente

Hay personas con las que jamás pensé juntarme. "Ese weon es el cahuinero, nunca le cuentes nada porque te va a traicionar, es por eso que no tiene amigos" y resultó ser todo lo contrario (love you bra).

6. Los amigos de siempre, seguirán siendolo

Es verdad, ya no hay mucho tiempo de verse porque todos tenemos distintos planes, distintos horarios y, lo obvio, vivimos en distintas ciudades. Sin embargo, siempre que te pasa algo van a estar ahi, porque la verdadera amistad no tiene que ver con cuantas veces al día se juntan, sino que cuanto apoyo se entreguen a pesar de todo lo que los separa. 
yo y mi mejor amiga, Anneth
7. La gente grande hace tramites

Y con "gente grande" me refiero a todo el que tiene que poner una firma propia en un papel. Conocí las filas de banco, las filas para entregar documentos, las filas para sacar el pase, todas las filas para hacer cualquier cosa relacionada con el servicio publico. Siempre que tuve que hacer un tramite, mi mamá me decía "yo lo hago, no te preocupes" y listo. Pero ahora, me he visto mas de una hora esperando por un papel y pidiendole a Sailor Plute que me deje viajar en el tiempo para volver a cuando solo me tenía preocupar de qué foto era más linda para publicar en Fotolog. 

8. Limpiar el baño no es tan terrible

A menos que no tengas guantes...




Hasta la proxima!
(Si tienen ideas para una proxima entrada, no duden en comentarlas n.n)


lunes, 13 de abril de 2015

Acné: Consejos para dejar de ser un charquican

Partamos diciendo que no voy a aburrir a nadie publicando la definición de esta lesera como si esto fuera Wikipedia, ya que yo asumo que todos sabemos de qué se trata. 

En verdad sabemos?

Mi último (y seco) dermatólogo me dijo clarito que esto es una ENFERMEDAD de la piel, por ende se debe tratar con cuidado, amorsh y musha paciencia. También aprendí que hay distintos grados acne, por eso hay gente a la que le salen como tres granos y otros parece que tuvieran quistes (de hecho, lo son), pero en el fondo es la misma enfermedad. Igual de fome, igual de fea, igual de deprimente.

Cuando llegué a ver a este dermatólogo, yo parecía charquican. Me recostó en una camilla y me puso una lupa gigante en la cara, con harta luz, para verme bien de cerca los volcanes. Se alejó y dijo: "mmm esto es acné grado 3" (yo por dentro decía "y qué wea significa eso?"). Lo unico que yo sabía era que estaba bien cagá y, por su expresión, el claramente pensaba lo mismo. Me pidió que nombrara todos los productos que había usado anteriormente. Lo que vino a mi mente fue algo como:

- Crema de caracol
- Indoxyl
- Jugo de limón
- Pasta de dientes para secar granos
- Maquillaje Asepxia
- Jabón Asepxia
- Jabón de glicerina 
- Agua de hamamelis
- Jabón Sanigermin
- etc.

Si alguna de esas cosas les parece conocida, entonces podemos pasar a la siguiente parte de mi entrada que es, basicamente, a lo que vinieron. 

CÓMO DEJAR DE SER UN CHARQUICAN

1. Lavarse la carita a lo Pin Pon

Uno de los mitos más asopaos del mundo es el que dice que si uno se lava la cara antes de acostarse, se le quita el sueño. MENTIRA, o quizás es medio verdad, pero no como para que no puedas dormir en toda la noche. 

Lavarse la carita con agua y con jabón en la mañana y en la noche es muy muy buenito. Pa qué en la noche? bueno, les cuento que al igual que la piel de nuestras manos, nuestra cara también se ensucia. Imaginense, el humo de los cigarros, el viento que levanta polvo, los autos, el exceso de cebo, todo eso debe limpiarse para que los poros no se tapen (adivinen qué pasa cuando se tapan). 

Qué jabón usar? Yo les recomiendo el jabón Sanigermin que pueden encontrar en las farmacias o en el super, es super baratito por lo demás (alrededor de $700)

Otro producto que recomiendo mucho (y que empecé a usar hace poquito) es el Gel Limpiador Facial Equilibrante de Nivea. Es el que dice "Piel Mixta a Grasa". Ese lo encontré en el supermercado y me costó poco menos de $4000. Aparte de limpiar, también exfolia. 

2. Hidratar la carita

la mejor foto que encontré
Yo antes pensaba: si tengo la piel grasa, ¿no es mejor dejar que se reseque para que no salgan más granos?. ERROR FATAL. Junto con el dermatologo, me estuve haciendo limpiezas faciales con una cosmetologa y ella me dijo que es MUY importante tener la piel siempre hidratada, el punto es que hay que saber cuál es el producto indicado para nuestra piel. El dermatologo entonces me recetó una crema llamada Neolucid ph5. Esta crema es a base de agua y es totalmente LIBRE DE ACEITES! Hidrata mi piel en la medida justa y no deja sensación grasosa. En cuanto a precios, depende de la farmacia, pero generalmente la encuentro alrededor de los $10.000. OJO! No se deje engañar por el precio, porque esta cremita rinde mucho (a mi me ha llegado a durar hasta un año sin ningun problema).


3. Exfoliar

Hay varias formas de hacer esto. Yo recomiendo dos. 

a) Usar el gel limpiador de Nivea que mostré más arriba

b) Una receta casera que me dio un amigo. Lo he hecho muchas veces y de verdad que sirve muy bien y deja la piel como guagua. 
En un vasito mezcle jugo de limón con azucar. La idea es que el azucar no quede muy disuelto cosa que le sirva para "raspar" la piel. Los granitos de azucar limpiarán y el limón ayuda a cerrar los poros y a aclarar el tono de piel (o emparejar). No me pregunten con exactitud lo que pasa en terminos químicos porque no soy ná Walter White. 

4. Vaya al dermatologo!

Todo esto que yo he escrito no servirá para curar por completo el acné, pero sí para mejorar su piel en la medida de lo posible. Si van al dermatologo el podrá recetarles el mejor tratamiento para su caso en particular. 
Yo cuando fui, tenía la pura embarrada, así que me dió unas pastillas asesinas. Estas pastillas eran muy agresivas, me dejaban la piel seca al extremo. El compuesto se llama Isotretinoína y pueden googlearlo si les interesa conocerlo mejor. 
Este compuesto se utiliza SOLO en casos severos de acné, por lo mismo deben chequearse con el doc para ver qué es lo que más les conviene.

5. Cambie sus habitos

Que cliché esto, pero es verdad. Si realmente están comprometidas(os) con su cara, deben hacer el esfuerzo. Beban mucha agua (yo ando con una botella de agua todo el día y no, no es para adelgazar mamá). Coman frutitas y verduras. Dejen el cigarro (ensucia mucho la piel, creanme). Hagan ejercicio (aun intento mejorar en este punto...)

6. y lo más importante... QUIERASE!

Si estamos bien por dentro, empezaremos a estar bien por fuera. Se muy bien lo que es sentirse mal por esta enfermedad, pero creanme, siempre se puede estar mejor y depende de nosotros mismos! Todo nace desde el interior!

¿Como yo igual me amo siendo así de veya?


Como ultima recomendación:
NO LE CREA A ASEPXIA, DORMIRSE MAQUILLADA NUNCA HA SIDO NI SERÁ BUENO PARA SU PIEL, COMO TAMPOCO LO SON SUS PRODUCTOS. Eso.


Ojalá les sirva, a mi me sirve y yo si que tenía una piel charcha (si tuviera fotos aun, las mostraría, pero no tengo, bu).

Hasta la proxima!




martes, 7 de abril de 2015

El cuerpo con el que me tocó vivir

Me costó mucho partir escribiendo esta entrada porque hace mushasosaños que no escribo algo chori en español (EEEEELLA).

la Princesa Mia po
Pensaba contar toda mi niñez y adolescencia para poder explicar la idea que tengo en mente, pero que fome sería eso porque nunca me pasaron cosas muy interesantes en mi etapa de colegialams. Por eso, prefiero mejor contar una vez en particular en que estaba buscando leseras en internet y me topé con unos blogs medios raros. 
Estos blogs-medios-raros hablaban de princesas, de amigas, de una tal Ana y otra que se llamaba Mia. Yo no caché nada en verdad. De hecho pensé que era algun tributo a "El diario de la princesa" o que se yo. Quien me conoce sabe que mi curiosidad es musha y seguí intentando entender este asuntillo que había encontrado. Y entendí po. Entendí quien era Ana y Mia y, al mismo tiempo, entendí que la imagen era un tema heavy.

Con el tiempo, me volví más consciente de mi propia imagen y, logica/lamentablemente, de como me veía el resto. Comencé a volverme dependiente de lo que el resto opinaba y del concepto de belleza impuesto por quien sabe que weón. Comencé a mirar a mis amigas, a compararme con ellas, a compararme con ideales de belleza enfermizos o productos del Photoshop.

¿Por qué yo no tenía las piernas tan bonitas?, ¿por qué mi pelo se veía tan mal?, ¿por qué mi piel estaba enferma y mi cara parecía pan de pascua?, ¿por qué parecía niño?, ¿por qué me tocó este cuerpo?. 

Mucho tiempo después, algunas personas empezaron a darse cuenta de que era muy poco sano tener un cuerpo delgado y ahi fue cuando empezaron a aparecer campañas contra la delgadez extrema y esas cosas. Empezaron a salir en tele muchos reportajes sobre mujeres/esqueletos que se alimentaban con dos gotas de agua al día y necesitaban ayuda. Con toda esa avalancha de información, ¿se suponía que ahora tenía que engordar para que me aceptaran y fuera bonita?, "habrá que empezar a comer más" dije yo.

Ahi viene una segunda etapa de lucha conmigo misma. Visitas a la nutricionista para que me hiciera subir un par de kilitos (para ser más normal po, ooobvio), pastillas color caca, Ensure hasta por las orejas, etc. 
Pan de Pascua

No subí ni un gramo.

La palabra "frustración" queda chica para definir lo que yo sentía. Tenía rabia, impotencia, y ene cosas más que no nombraré solo para no atraer mala vibrita. No lograba entender por qué mi "asqueroooso" cuerpo no me ayudaba a ser bonita. Y entre más me estresaba, más parecía pan de pascua, obvio.

Pasaron los años, salí de cuarto medio de un colegio de monjitas super lindo donde todas las minas eran cool y lindas menos yo (segun yo en ese tiempo). Llegué a la universidad y dejé de preocuparme de la imagen, porque empecé a conocer cosas nuevas y pude ver musha diversidá. Al decir que dejé de preocuparme, no quiere decir que fue un cambio positivo porque en realidad lo que pasó fue que ya no me importaba ni como andaba peinada. Soy heavy yo y mis extremos.

Yo seguía con mi lucha interna si, porque me chocaban las miradas y las opiniones de la gente que me rodeaba. ¿Por qué la gente tiene la necesidad de opinar sobre todo? y no es que me molesten las opiniones en sí pero sí la opinión que no es solicitada. Durante ese tiempo me di cuenta también de una cosa muy valiosa, que imagino que debe ser parte del aprendizaje de los veintitantos: No todo el que te trate bien puede ser tu amigo. Aprendí que no se trata de creerse superior que el resto, sino de que uno debe rodearse de gente que reme para el lado que quiere remar uno. Las personas transmiten energía y debemos rodearnos de gente que nos entregue energías positivas, los que no pueden hacer eso, son personas que no sirven si uno quiere ser feliz completamente.

Siguiendo con el pensamiento anterior, empecé a atraer a gente limpia a mi vida y con el tiempo noté que eso fue lo que me hacía falta para mi propio ser. Por muy poco influenciables que nos consideremos, siempre habrá quienes puedan movernos de donde estamos parados, lo importante es que nos muevan a un buen camino. Yo a esas amistades les debo, en parte, mi salud mental. 

Mi salud mental, por otra parte, me la debo a mi misma. Cuando decidí que soy yo misma quien tiene el poder para verme hermosa. Porque aprendí que limpiando mi entorno, me estaba limpiando a mi también. Porque ya no necesitaba opiniones sobre cómo lucía, si ahora era más interesante hablar sobre constelaciones o agujeros de gusano. Ahora era más importante escuchar y respetar a una persona para que me aceptaran. Y ahora era más importante conocerme a mi misma que conocer a todos los demás. 

No me agrada la idea de "Flacas v/s Gordas". No me agrada la idea del peso perfecto o de la cuenta de calorías diarias. No me agrada el exceso de maquillaje para ocultar un padecimiento normal y humano. No me agrada ser considerada menos femenina o menos sensual por no tener curvas o no tener grandes senos. No me agrada la idea de tener que disculparme por sentirme linda con quienes no son felices con sus propios cuerpos.

No me agrada que me discriminen por, finalmente, aceptar el cuerpo con el que me tocó vivir. 

Aqui yo siendo yo