En el año 2010 yo estaba en cuarto medio y al mismo tiempo me preparaba para la PSU. Estaba super ansiosa por entrar a la universidad porque, según yo, iba a aprender mucho sobre las cosas que me interesaban e iba a poder ser la profe de inglés que siempre quise ser.
Postulé a Pedagogía en Educación Media en Inglés de la Universidad Católica de la Santisima Concepción, como primera opción. Mi segunda opción era Traducción/Interpretación blah blah de la UdeC. Nunca me ha gustado la UdeC pero postulé porque encontré que se veía muy pobre postular solo a una. Que estupidez.
Me fue lo suficientemente bien en la PSU como para quedar en mi primera opción y, además, optar a una beca que me ha cubierto todos los gastos durante estos ultimos 5 años.
Todo era perfecto porque yo iba a estudiar lo que yo quería. El problema? nadie me dijo que en la universidad iba a aprender cosas mucho más valiosas que las "conjunctions".
Cosas que aprendí en la universidad:
1. La comida no aparece solita en el plato cuando tengo hambre
Uno de los mayores desafios que la vida me puso al llegar a vivir a Concepción fue cocinar. Yo siempre odié la cocina y m cargaba que mi mamá me sacara en cara siempre que a mi edad ella sabía cocinar hasta curanto al hoyo.
Creo que no me costaría nada hacer una lista de las cosas que sí sabía cocinar: huevo frito, té y unos cuantos tipos de sandwiches.
El almuerzo típico de los primeros meses fueron las famosas "Pastas 3 Minutos". Comía esas tonteras hasta que me enfermaba de la guata.
Después a la fuerza tuve que aprender a hacer tallarines, arroz, pollo frito, etc. Y me di cuenta de que de hecho era buena cocinando.
Actualmente, estoy convertida en toda una Masterchef (bueno, no tanto) y hasta me las he dado de pastelera. Quién lo diría...
2. La cama no se hace sola
Este fue un descubrimiento muy triste. Es como cuando los niños esperan al Viejito Pascuero y se dan cuenta que nunca llega porque en realidad no existe. Lo mismo me pasó a mi con la cama: esperé día tras día que se hiciera sola y no pasó ná. Conclusión, soy una floja de mierda.
Actualmente la hago. SÍ, LA HAGO, y la razón por la cual la hago es porque no hay nada más satisfactorio que llegar cansada en las tardes y encontrar todo ordenadito. Como dijo mi mejor amiga: "hacer la cama y mantener tu pieza ordenada, en el fondo te hace sentir como que todo el resto de tu vida tiene un orden". So deep.
3. El lugar donde vives debe gustarte
Contaré una anecdota. Con una amiga un día decidimos empezar a buscar departamentos para vivir juntas. Como estabamos en primero, no sabíamos mucho sobre precios o barrios entonces era facil que nos hicieran weonas.
Encontramos un anuncio que decía "Se arrienda departamento con living-comedor amplio, tres habitaciones, un baño y balcón. Ubicación en barrio centrico. $180.000 con gastos comunes incluidos". Según nosotras era perfecto asi que nos pusimos en contacto con el dueño y fuimos a verla.
Llegamos a una calle que se veía... normal. Apareció el caballero y nos llevó al "depa".
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| el pasillo era algo así |
"Por aquí es la entrada" dijo él, abriendo una puerta de lata en una casa que distaba bastante de un edificio. Al entrar, vimos que había un pasillo oscuro y al fondo habían dos puertas de lata. Se acercó a una de las puertas y empezó a abrirla. Yo, mirando hacia la otra puerta le dije: "y esta puerta de qué es?". "Eso...eeh... eso es un salón de té".
Yaaa...
Entramos y había solo una escalera, o más bien, una serie de tablas mal clavadas que funcionaban como escalera.
Subimos, con cuidado de no quebrar las tablas, y aparecimos en un supuesto living-comedor con ventanas a la altura de las rodillas y tan oscuro que era imposible ver las esquinas. "Este es el living-comedor ven? espacioso". Quizás por eso era tan oscuro...
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| la inspiración |
En medio había un pasillo que daba a las tres habitaciones, cuyas paredes parecían más como cartón piedra. Las ventanas de las piezas eran mmm... como decirlo?... artisticas? Era como si hubieran tomado las ventanas y las hubieran lanzado contra la pared. Era basicamente como entrar a un cuadro de Dalí.
Al final del pasillo había uno de estos lavaplatos antiguos, esos que eran blancos y se oxidaban raro (esta era la cocina). Al lado había una puerta de madera que daba a un baño de cemento, de 1x1 al que no quise entrar.
Había una puerta en la cocina y yo supuse que ese era el balcón. "Y este es el balcón" dijo el caballero. Cuando abrió la puerta, vimos que el supuesto balcón en realidad era el techo de la casa de al lado. Muy elegante...
El caballero nos dijo que "lo bueno" del lugar era que nadie vivía cerca, así que en caso de carretes, no molestaríamos a nadie. Yo pensé: "y si entra un asesino y me ataca, lo bueno es que nadie podrá ayudarme". Además, nos dijo que si queríamos podía dejarnos internet por el mismo precio. Yo como que noté cierta desesperación en el hombre.
Horroroso.
4. Hay gente, de verdad, mala de adenshro
Siempre había escuchado que la competitividad era grande en la universidad o que si alguien quería superarte, no iba a dudar en ponerte el pie encima para escalar más alto. Yo no me considero una blanca paloma, pero sinceramente jamás pensé que todo lo que decían era cierto. Siempre me ha costado creer que la gente puede llegar a ser mala solo por placer, pero resulta que sí, sí pasa.
Yo al final empecé a filtrar amistades, conocidos y un montón de cosas que no me beneficiaban en nada. Puse las cosas en orden y todo estuvo bien otra vez.
5. Hay gente que te puede sorprender positivamente
Hay personas con las que jamás pensé juntarme. "Ese weon es el cahuinero, nunca le cuentes nada porque te va a traicionar, es por eso que no tiene amigos" y resultó ser todo lo contrario (love you bra).
6. Los amigos de siempre, seguirán siendolo
Es verdad, ya no hay mucho tiempo de verse porque todos tenemos distintos planes, distintos horarios y, lo obvio, vivimos en distintas ciudades. Sin embargo, siempre que te pasa algo van a estar ahi, porque la verdadera amistad no tiene que ver con cuantas veces al día se juntan, sino que cuanto apoyo se entreguen a pesar de todo lo que los separa.
| yo y mi mejor amiga, Anneth |
7. La gente grande hace tramites
Y con "gente grande" me refiero a todo el que tiene que poner una firma propia en un papel. Conocí las filas de banco, las filas para entregar documentos, las filas para sacar el pase, todas las filas para hacer cualquier cosa relacionada con el servicio publico. Siempre que tuve que hacer un tramite, mi mamá me decía "yo lo hago, no te preocupes" y listo. Pero ahora, me he visto mas de una hora esperando por un papel y pidiendole a Sailor Plute que me deje viajar en el tiempo para volver a cuando solo me tenía preocupar de qué foto era más linda para publicar en Fotolog.
8. Limpiar el baño no es tan terrible
Hasta la proxima!
(Si tienen ideas para una proxima entrada, no duden en comentarlas n.n)



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